Huella de plástico

Debido al creciente llamamiento a la sociedad para que elimine el uso del plástico desde hace muchos años, cada vez más países han empezado a aplicar medidas para reducir nuestra dependencia de los productos de plástico. 

Desde 1950 se han producido 8.000 millones de toneladas de plástico. Más de la mitad fue a parar a los vertederos, mientras que sólo un 9% se recicló.

Gran parte del plástico que no se recicla o se envía a los vertederos suele acabar directamente en los océanos. Los estudios demuestran que entre 4,8 y 12,7 millones de toneladas métricas de basura llegan al océano en un año.

Sólo podremos dejar de producir plástico cuando finalmente dejemos de utilizarlo. El mundo se ha vuelto tan dependiente de los plásticos, que ahora nos enfrentamos a un problema global cuando se trata de la eliminación adecuada de los residuos. Deshacerse del plástico parece imposible, pero aún podría haber una forma de hacerlo.

La contaminación por plásticos es la acumulación de objetos y partículas de plástico, que incluyen botellas, bolsas y microperlas de plástico en el medio ambiente de la Tierra, lo que afecta negativamente a la vida silvestre, el hábitat de la fauna y los seres humanos. A día de hoy, la mayor fuente de residuos plásticos son los plásticos de un solo uso.

Los plásticos de un solo uso también incluyen materiales de envasado. Dado que el plástico es versátil, higiénico, ligero y flexible, se sabe que es el material perfecto para envasar productos. Representa el mayor uso de plásticos en todo el mundo. 

Cada año llegan al océano entre 8 y 12 millones de toneladas de plástico. Esto se suma a los 150 millones de toneladas métricas que se calcula que ya hay en nuestros entornos marinos.

Las investigaciones muestran que Indonesia y China son los dos mayores infractores en cuanto a la contaminación por plásticos de los océanos.

Las bolsas de plástico están por todas partes en nuestro entorno. De hecho, en nuestra vida moderna, se han convertido en parte de nosotros. 

Investigaciones recientes muestran que varios países de Asia son las principales fuentes que contribuyen a las botellas de plástico, bolsas y otras basuras que obstruyen las vías marítimas mundiales. Estos plásticos no sólo son perjudiciales para la salud marina, sino que también suponen un riesgo para la salud humana.

Debido a un reciente vídeo viral que muestra a una tortuga con una pajita en la boca, se ha hecho un llamamiento mundial para boicotear las pajitas de plástico. Es innegable que las pajitas de plástico están causando estragos en los océanos y en la fauna marina. Matan a los peces y otros animales marinos.

Es innegable que los productos de plástico se han convertido en un elemento básico de nuestra vida cotidiana. Su comodidad y su precio barato han hecho del plástico el material favorito para fabricar todo tipo de cosas, como envases, bolsas, utensilios, etc. 

Hay muchas cosas que podemos hacer con nuestras bolsas de plástico de la compra después de usarlas en el supermercado. Dado que no son reciclables, lo mínimo que podemos hacer para ser más respetuosos con el medio ambiente es buscar formas de reutilizar o dar un nuevo uso a nuestras bolsas de la compra. Eso, si no podemos dejar de usarlas por completo.